Friday, June 3, 2016

Iglesia de Cristo

Iglesia de Cristo

La iglesia más antigua del mundo.
Establecida en Jerusalén en el año 33 d.C.

    ¿Le tienen confuso las muchas iglesias que existen hoy día? ¿No sabe cuál de ellas predica la verdad? Acaso, ¿repite el refrán "todas son buenas" pero no asiste a los cultos de ninguna? O, tal vez pertenece a una pero observa en ella prácticas que le preocupan. ¿Se atribula por las divisiones, contiendas, contradicciones y competencias que se dan entre ellas? ¿De la mercadería que fomentan? ¿De los escándalos que brotan en algunas? ¿De la hipocresía que empaña el testimonio de muchos hombres, mujeres y jóvenes que profesan seguir a Cristo?
    Lamentablemente, la realidad es que existe en el ámbito religioso del mundo mucho que confunde, mucho que justifica sus críticas y preocupaciones y no pocas cosas que alejan a las almas de Dios. Pero, ha de comprender que Cristo no lleva la culpa. El Señor no fundó muchas iglesias, distintas en práctica y doctrina, sino sólo una. Dijo: "Edificaré mi iglesia" (Mateo 16:18). Una, no muchas. En cuanto a la unidad, la plegaria de Cristo por los miembros de la iglesia es: "Para que sean uno...para que sean perfectos en unidad" (Juan 17:20-23). Una y otra
El Señor no fundó muchas iglesias, distintas en práctica y doctrina, sino sólo una. Dijo: "Edificaré mi iglesia". Una, no muchas.
vez, el Espíritu Santo exhorta que estemos todos los creyentes perfectamente unidos. Dice: "Os ruego...que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer"  (1 Corintios 1:10). Queda pues condenada la división como obra de la carne (Gálatas 5:19-21; Tito 3:10-11).
    ¿Le gustaría conocer a la iglesia que no es una secta inventada por religiosos? ¿Una que es como la que fundó Cristo? ¿Imposible que exista en pleno siglo 20? ¿Por qué no? Los planos para su edificación, tal y como concebidos en la mente de Dios, están plenamente revelados en la Biblia. Cuando fieles obreros los implementan, no importa el lugar o el siglo, se establece la iglesia verdadera, auténtica, bíblica y no sectaria. Querido lector, aunque usted no haya conocido hasta ahora tal iglesia, en la actualidad miles han sido establecidas en casi todo el mundo por "ministros competentes del Nuevo Pacto" (2 Corintios 3:6). Esta iglesia, apartada del sectarismo, es estrictamente bíblica en culto, organización, doctrina y vida espiritual. Le invitamos a considerarla imparcialmente.
Un nombre bíblico.
    Nos llamamos Cristianos, sin otros apellidos o apodos. Las congregaciones se identifican como "iglesias de Cristo", al igual que en Romanos 16:16, "Las iglesias de Cristo os saludan". Entre nosotros no decimos que una congregación es la iglesia del hermano fulano de tal. Ese fue el error de los corintios quienes decían: "Yo soy de Pablo; y yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo." En 1 Corintios 1:12-13, Pablo reprende tal actitud, diciendo: "¿Acaso está dividido Cristo?"
Un credo infalible.
    Nuestro credo es la Biblia, único libro inspirado por el Espírtu Santo. Los credos de concilios, los catecismos, los documentos de fe y orden, ¿no son todos éstos nada más que obras de hombres falibles? Pues, no los aceptamos sino que hablamos "conforme a las palabras de Dios"
Cómo adoramos
    Si nos visita (y lo puede hacer en cualquier ocasión, sin compromiso), observará que adoramos "en espíritu y en verdad" (Juan 4:24). No encontrará ningún desorden ni alboroto, ya que nos sometemos a las instrucciones del Espíritu Santo, haciendo "todo decentemente y con orden" (1 Corintios 14:40). Varones fieles y de buen testimonio dirigen los cultos. En cuanto a las hermanas, el Espíritu Santo ha ordenado en 1 Corintios 14:33-34, "Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones", y en 1 Timoteo 2:12, añade: "No permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre". Por lo tanto, en los cultos de la iglesia de Cristo las mujeres no dirigen ni predican. Dios les ha asignado otras tareas igualmente importantes.
Cómo oramos.
    Oramos al Padre solo en el nombre de su Hijo, porque "hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). No oramos todos a la vez en voz alta. Tal acción causaría confusión y desorden. Más bien, siguiendo 1 Corintios 14:16-17, un hermano dirige la oración, y los demás miembros asienten diciendo Amén al final de la oración.
Cantamos sin instrumentos.
    Aunque le parezca cosa extraña, la iglesia de Cristo desde el primer siglo no usaba ningún tipo de instrumentos de música en su culto a Dios. El mandamiento del Espíritu Santo es cantar"Cantaré con el espíritu...cantaré también con el entendimiento" (1 Corintios 14:15). "Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor" (Efesios 5:19). "Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales" (Colosenses 3:16).    Añadir "tocar instrumentos" a "cantar" sería alterar el mandamiento específico de Dios. Por lo tanto, quedan excluidos órganos, guitarras, panderetas, maracas o cualquier otro instrumento. Al ordenar el Espíritu Santo "cánticos espirituales", esto excluye música de salsa "cristiana", merengue, rock, rap y otros tipos de ritmos que estimulan la carne, pero no tienen nada de espiritual.
    Textos del Antiguo Testamento sobre la música, tales como el Salmo 150, no están en vigencia, ya que dicho testamento fue quitado de en medio y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-17). La iglesia de Cristo adora según los mandamientos del Nuevo Testamento, no conforme a los del Viejo. "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo (el de Cristo), cuanto es mediador de un mejor pacto... Al decir: Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero" (Hebreos 8:6 y 13).
Cómo ofrendamos.
    Al asistir a un servicio de la iglesia de Cristo, no se le pedirá nunca ofrenda alguna, ni se le ofrecerá en venta artículo religioso alguno. No somos como los que hacían del templo de Dios una "casa de mercado" (Juan 2:13-17), o "cueva de ladrones" (Mateo 21:12-13). Profetizó el Espíritu Santo: "Por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas" (2 Pedro 2:1-3). No somos de los que cumplen dicha profecía. No vendemos revistas ni libros, ni cintas grabadas, discos o pañuelos ungidos, ni pedimos en las calles, ni vendemos pasteles, tortas, golosinas, etc. Tampoco exigimos los diezmos, ya que la ley de diezmar fue abrogada cuando Cristo abolió el sacerdocio levítico, introduciendo un nuevo sacerdocio y una nueva ley (Hebreos 7:12; 1 Corintios 9:21).
"Cada primer día (domingo)...según haya prosperado."
Hacemos todas nuestras obras evangelísticas y benévolas mediante ofrendas dadas voluntariamente el primer día de cada semana. Esta práctica es bíblica. No todos los días sino "cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado" (1 Corintios 16:2). "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Corintios 9:7).
Celebramos la cena del Señor todos los domingos.
    En los cultos celebrados el primer día de cada semana, los miembros de la iglesia de Cristo conmemoramos la muerte del Señor por medio de comer del pan sin levadura y tomar de la copa. Nuestra práctica es bíblica. Los primeros cristianos "perseveraban...en el partimiento del pan" (Hechos 2:42), o sea, en la cena del Señor. "Perseveraban", es decir: partían el pan a menudo. ¿Cuándo? Hechos 20:7 dice que lo hacían los domingos. "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan". Otros textos tales como 1 Corintios 10:16-22 y 11:17-34, enseñan cómo se debe celebrar la cena. Desde luego, sólo los miembros fieles tienen derecho de comer la cena del Señor.
Cómo ser añadido a la iglesia.
    Amado lector, usted también podrá tener la dicha de participar de la cena del Señor, y gozar de otras bendiciones espirituales, al hacerse miembro de la iglesia bíblica. Para lograrlo, solo tiene que obedecer lo que mandó Cristo en Marcos 16:16, "El que creyere y fuere bautizado (sumergido), será salvo". Lo mismo enseñó Pedro en Hechos 2:38, "Arrepentíos, y bautícese...para perdón de pecados". Al creer, arrepentirse y bautizarse, Cristo le añadirá a usted a su iglesia (Hechos 2:47). Perseverando "en la doctrina de los apóstoles, en la comuniónen el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:42), como también andando en santidad (Hebreos 12:14), estará preparado en todo momento para la segunda venida de Cristo. ¿Por qué se detiene? ¡Sálvese ahora mismo de esta perversa generación! ¡Levántese y bautícese y lave sus pecados, invocando el nombre del Señor! (Hechos 22:16). Hágase miembro de una iglesia regida por las normas del Nuevo Testamento, y recibirá hoy mismo "el don del Espíritu Santo," y en el día final la corona de la vida eterna.
    "Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre" (Exhortación de Ananías a Saulo en Hechos 22:16). "Sed salvos de esta perversa generación" (Exhortación de Pedro a la multitud en el día de Pentecostés, según Hechos 2:40). "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas" (Afirmación del historiador inspirado Lucas en Hechos 2:41).
Escribe Homero Shappley de Álamo.

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